EEUU multó al banco suizo de Pilar de Borbón por hacer lo mismo que con ella: prestar testaferros
El banco suizo usado por Pilar de Borbón para mover su fortuna, Dreyfus, fue sancionado en 2015 con 24 millones de dólares por el departamento de Justicia de Estados Unidos. Fue la vía para evitar condenas penales tras años de haber colaborado en la evasión fiscal de clientes estadounidenses. El pago de la multa le libró de una condena mayor, pero a cambio tuvo que desvelar datos.
Así, Dreyfus tuvo que hacer una revelación completa de sus actividades transfronterizas; proporcionar información detallada de las cuentas en las que los contribuyentes estadounidenses tienen un interés directo o indirecto; cooperar en las solicitudes de información de la cuenta; proporcionar información detallada en cuanto a otros bancos que transfieren fondos en cuentas secretas, y cerrar aquellas cuyos titulares no pueden entrar en el cumplimiento de las obligaciones de información de EEUU. Sólo si mostraba arrepentimiento y pagaba la multa, el banco era exonerado penalmente. Dreyfuss aceptó. Y todos sus secretos quedaron al descubierto.
Dreyfus es un banco privado tradicional fundada en 1813 en Basilea. Como uno de los bancos más antiguos de propiedad familiar en Suiza, es administrado hoy por la sexta generación de la familia del fundador. En noviembre de 2013, abrió una oficina en Tel Aviv para servir a clientes nuevos y ya existentes en el mercado israelí. Aparte de la oficina de representación de Tel Aviv, Dreyfus nunca había operado fuera de Suiza.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Dreyfus creó sociedades en Panamá para disponer de fondos para su clientes. “Esta práctica”, según el informe del departamento de Justicia de EEUU, “tiene sus raíces en el deseo de los clientes judíos para proteger sus activos por razones de seguridad personal, y el propósito y el funcionamiento de las entidades era ocultar la propiedad de los activos”.
Sin embargo, la práctica se extendió hasta bien entrada la década de 2000. De las 33 cuentas creadas por Dreyfus en Panamá relacionadas con Estados Unidos, la más antigua data de 1951.
El valor combinado de estas cuentas fue de aproximadamente 90 millones de dólares. Los propietarios de Estados Unidos de las cuentas de la entidad bancaria en Panamá se identificaron correctamente como titulares reales de las entidades que figuran en los formularios A de conformidad con el reglamento bancario suizo. Pero dicha transparencia no existió de cara a EEUU, ya que la titularidad de las sociedades en los formularios correspondía a personas próximas a Dreyfus.
La forma de operar es idéntica a la utilizada con las sociedades panameñas de Pilar de Borbón, ya que varios directivos de las mismas lo eran, a la vez, de Dreyfus. El banco gestionaba la fortuna y ponía los testaferros. No en vano, en la reunión de 1991 en Basilea, celebrada en la sede de Dreyfus, para tomar decisiones sobre la trama de la hermana del Rey Juan Carlos asistieron como directivos de sus sociedades dos altos cargos del banco suizo: René Stalder, vicepresidente, y Peter Krummenacher, miembro del Consejo.
El banco, a tenor de la operativa denunciada por EEUU, prestó como hombres de paja a sus empleados más ilustres para ocultar la titularidad real de las empresas de Pilar de Borbón.
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